SIDA
Infección causada por uno de los retrovirus provocando en el organismo en general una deficiencia inmunológica secundaria a la infección del VIH, la cual se caracteriza por la aparición de diferentes manifestaciones clínicas que comprenden desde el estado de portador asintomático, hasta la patología o padecimiento debilitante grave e incluso la muerte a corto plazo. En términos generales, el paciente pierde la capacidad inmunológica o defensiva para contrarrestar las enfermedades
Síntomas
Una vez que la persona está infectada, comienzan a aparecer diversos síntomas en un período que puede ser de meses hasta varios años. Aunque al examinarse la sangre mediante el examen específico para detectar el SIDA, el resultado sea positivo, no significa que el paciente tenga necesariamente los síntomas. Las señales y síntomas más comunes son: Adenopatía (ganglios inflamados en forma general); pérdida de peso sin motivo (la persona se va consumiendo); fiebre intermitente, malestar, fatiga, diarrea crónica, infecciones bronquiales o pulmonares que no mejoran a pesar de tratamientos; neuropatías como neuritis y convulsiones; tumores cancerosos como el sarcoma de Kaposi (huesos), y el linfoma de Hodgking (ganglios gigantes del cuello)
Tratamiento
El mejor tratamiento es la prevención, evitando las fuentes de contagio antes mencionadas. El caso de las vacunas como elemento curativo y aún preventivo, todavía no han tenido la eficacia esperada. Dentro de la medicina natural, y específicamente la herbología médica, tenemos la uña de gato, cuyo mecanismo principal consiste en aumentar y fortaleces el aparato inmunológico, proveyendo al organismo de una reacción para mejorar el cuadro clínico y mantenerse en condiciones aceptables de salud
Mecanismo de transmisión
El VIH se transmite de persona a persona mediante el contacto con líquidos corporales que contengan células de plasma infectado. El VIH puede estar presente en la sangre, las secreciones vaginales, la leche materna, el semen, y la saliva. Sin embargo, no se ha descrito la transmisión por la saliva o pequeñas gotas de saliva producidas al toser o al estornudar. Las formas más comunes de infección son las producidas por relaciones sexuales con personas infectadas; mediante el uso o pinchazo accidental con agujas que han sido usadas en pacientes VIH positivos; transfusiones sanguíneas, y algunos sueros de origen humano utilizados como vacunas
Plantas medicinales recomendadas para SIDA
Uña de gato Preparados comerciales, por vía oral