Sarampión
Es una de las enfermedades más contagiosas. Una vez contraída deja inmunidad por toda la vida; es decir, no vuelve a presentarse. Se caracteriza por un cuadro inicial de fiebre no muy alta y padecimiento catarral, irritación de los ojos y mucha secreción nasal, con problemas de inflamación y enrojecimiento de la nariz y la faringe. Para identificar la enfermedad hay que buscar en la cara interior de las mejillas unas pequeñas pústulas, llamadas manchas de Koplik. Esta fase dura de tres a cinco días; luego viene la fase eruptiva que se presenta entre el tercero y quinto día, iniciándose en la frente, mejillas y raíz de los cabellos la aparición de una erupción en forma de manchas redondeadas, a veces agrupadas, que va progresando de arriba hacia abajo, pero siempre separadas por placas de piel sana. Los niños vacunados raramente contraen sarampión, o bien éste se presenta en forma leve.
Tratamiento
El propósito del tratamiento es aliviar las molestias que ocasionan las lesiones eruptivas de la piel, como la picazón o prurito. También contribuye al secamiento del exudado y reduce la inflamación que se produce, evitando así complicaciones.
Plantas medicinales recomendadas para Sarampión
Borraja Infusión de la planta, aplicada en forma de baño
Ciprés Cocimiento de las ramas, aplicado en baños tibios
Eucalipto Cocimiento de las hojas, aplicado en baños tibios
Manzanilla Infusión de toda la planta, utilizada en forma de baños tibios, o compresas tibias
Pensamiento Polvo o extracto de la raíz, aplicado localmente en forma de baños o compresas