Propiedades curativas
La mostaza es mayormente de uso externo como estimulante de la circulación en la piel. Además, activa e intensifica las funciones fisiológicas del cuerpo, aumenta la eliminación de líquidos y provoca vómitos. En aplicación externa, debido a su acción rubefaciente o irritante de la piel que estimula localmente la circulación cutánea, es útil para aliviar los dolores musculares y de los huesos, los dolores neurálgicos, los dolores reumáticos y la ciática. La infusión de mostaza ingerida alivia la bronquitis. Las cataplasmas de mostaza se usan para combatir la pulmonía, la pleuresía, la bronquitis y las congestiones pulmonares. Recuérdese, sin embargo, que estas afecciones son graves, por lo que tienen que ser tratadas por el médico
Recomendada para las siguientes enfermedades
Preparación (Ver preparaciones)
La mostaza se usa mayormente como cataplasma, que puede prepararse mezclando 3 cucharadas de semillas de mostaza molidas con vinagre (1 litro) (45 ºC) hasta formar una pasta espesa, que se esparce sobre un trozo de tela del tamaño de la parte del cuerpo que se desea tratar. Para impedir que la pasta se adhiera a la piel póngase sobre ésta una gasa húmeda. La cataplasma se quita al cabo de 1 minuto. La piel puede quedar enrojecida después del tratamiento, lo cual se puede aliviar frotándola suavemente con aceite de oliva. En infusión, verter 1 taza (8 oz) de agua hirviendo sobre 1 cucharadita de harina de mostaza y dejar reposar durante 5 minutos. Beber en pequeños sorbos durante el día. Para baño de pies: Preparar una infusión derramando 1 litro de agua hirviendo sobre 1 cucharada de semillas trituradas
Dosificación (Ver dosis recomendadas)
Ver preparación
Contraindicaciones
El uso prolongado o abundante de mostaza negra, interna o externamente, puede causar severas inflamaciones o irritaciones